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Cómo pelar una piña

TIPS

CÓMO PELAR
UNA PIÑA

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Pelar la piña… ¡la gran lucha de todas las casas! Como sabemos que a veces puede dar pereza os vamos a enseñar cómo hacerlo con una técnica perfecta que hará que os quede muy bien pelada.

Empezamos seleccionando una piña de Costa Rica, que se caracteriza por tener, además de un intenso y delicioso sabor a buena piña, un grado de acidez y dulzor excepcionales. El truco para comprarla en su punto es que tenga, además de tonos verdes, un tono amarillo intenso, que esté firme y que sus hojas estén verdes y sanas (¡nunca secas!).

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Es cierto que hay varias formas de pelar una piña y que la forma de hacerlo dependerá de para qué la vayamos a utilizar, pero la que verás a continuación te será útil para varias preparaciones:

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Comenzamos haciendo un corte tradicional y eliminando las hojas al final, da igual si lo haces antes o después. Lo más importante es ir pelando la piña en capas finas hasta dejarla totalmente limpia, para así lograr su máximo aprovechamiento.

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Eliminamos la base, procurando no cortar demasiado para evitar perder la parte carnosa, es decir, la más dulce de la piña. Con este corte, además conseguimos una superficie plana que nos permite cortar la piña con seguridad, si no, se nos podría escurrir y podríamos cortarnos, ¡algo a evitar a toda costa! El cuchillo debe estar bien afilado; de hecho, nuestro truco es pelarla utilizando un cuchillo de sierra para pan, ¡facilita mucho el trabajo!

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Comenzamos a cortar por capas finas, dándole la vuelta, vamos eliminando primero la piel exterior, después los llamados “ojos”, cortamos y desechamos las hojas si no lo hemos hecho antes. Esta corona de hojas la puedes conservar para emplatar, pues puede quedar bien como elemento decorativo en una bandeja de postres, por ejemplo.

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Acto seguido, terminamos de limpiar la mayoría de las semillas y los restos de piel que haya podido quedar incrustada, aunque no hay que pasarse de estricto: si se nos escapa alguna semilla, no pasa nada.

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A partir de aquí, con la piña completamente limpia, podremos realizar los cortes que queramos, siempre recordando que debemos eliminar el corazón, ya que no es recomendable comerlo en mucha cantidad por ser demasiado fibroso y ácido: esta parte concentra la mayor cantidad de bromelina, la enzima característica de esta fruta que puede no resultar del todo agradable al ingerir y por eso, no es muy recomendable hacerlo.

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Una vez tengamos las rodajas, de cualquier grosor, eliminamos el centro procurando hacer un corte bonito (¡Consejo!: Los cortadores de galletas pequeños muchas veces resultan ideales para esto). Una vez cortada, ya podemos consumirlas al natural, a la parrilla, a la plancha, en bizcocho… ¡o donde queramos!

Para utilizar la piña en una macedonia o para realizar una mermelada, recomendamos hacer los cortes eliminando el corazón y realizando cuatro cortes, así será más fácil cortar luego en dados del tamaño conveniente. También estas piezas grandes las podemos cortar en trozos algo más pequeños para licuarlos y elaborar, así, un delicioso y refrescante zumo de piña, ¡ideal para el verano!

Pero… ¿y qué pasa si queremos consumir piña de manera rápida? En ese caso, lo mejor es lavarla muy bien eliminar las hojas y la base y cortar en rodajas del tamaño que queramos. Después, las descorazonamos, cortamos cada rodaja en cuartos y la comemos mientras la sujetamos por la piel, como si de un trozo de melón o sandía se tratase. Este tipo de corte sirve también para decorar los vasos o copas cuando elaboras algún cóctel con piña, como la piña colada por ejemplo.

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Ahora que ya sabes cómo pelar la piña de Costa Rica correctamente… ¡Solo te queda decidir qué vas a preparar con ella! No pierdas de vista nuestro blog para descubrir ideas, recetas, consejos y curiosidades sobre la piña de Costa Rica.

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Costa Rica

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